domingo, 13 de diciembre de 2015

Mozart - Twinkle, Twinkle Little Star Variations





Un primer tipo de variación sería la que podemos llamar ornamental, que consistiría en añadir notas al perfil melódico principal intentando mejorar la melodía o al menos darle un carácter nuevo.


La ornamentación podría llegar a producir una melodía incluso muy diferente. No es problema en tanto se proporcionen al oído los elementos suficientes para que reconozca el parentesco con el tema. Por el contrario, está en el más puro espíritu de esta forma musical.



Otra posibilidad sería la de reinterpretar la armonía, aportando así un grado normalmente mayor de complejidad que el original.

Cabe también la posibilidad mantener el tema incólume y cambiar la textura de su acompañamiento, a lo que podemos llamar variación textural.
Y como bien preguntó en su momento Erik, es planteable también la variación por cambio de modo, que por cierto, casi siempre añade recursos de reinterpretación armónica. Por razones que escapan al nivel que se pretende en esta bitácora, para unas variaciones en modo mayor es recurso típico para la penúltima variación o penúltimo grupo de ellas.



Existe también la variación contrapuntística, donde se relabora una contramelodía para el tema, como en el ejemplo, o se añade un entramado contrapuntístico, práctica en que Bach es maestro.

Y, por último, hablaremos de la variación por cambio de ritmo, que pienso que apenas necesita explicación.







martes, 8 de diciembre de 2015

variaciones




El principio general es la variación de algún rasgo del tema armonizado, que conservando su identidad en grado suficiente preserva una relación con la melodía original, incluido el número de compases. 

Hasta la época de Beethoven también se mantenía la misma clave o su escala mayor o menor paralela.
Son varias las maneras en que un compositor puede variar un tema:

Adornando la melodía del tema mediante el agregado de notas o el cambio de sus rasgos rítmicos, manteniendo, sin embargo, bastante del contorno como para conservar la identidad con el original. 

Cuando varía la melodía, la armonía suele conservarse fundamentalmente intacta, no hay regla que lo establezca. Un ejemplo de esto es el primer movimiento de  la famosa sonata en La Mayor,  K. 331, de W. A. Mozart: Andante Grazioso – Tema con 6 variaciones





sonata form



El primer movimiento en forma sonata, es uno de los pasajes más reconocidos de su música.

 Comienza con el tema principal en sol mayor ascendiendo impetuosamente como un tema de Mannheim.

El segundo tema, más elegante, se encuentra en re mayor, el tono de la dominante.

 La sección de la exposición, que se repite, finaliza en la tonalidad principal.

 La sección central, el desarrollo, comienza en re mayor, modulando a las tonalidades menores de re y do, antes de volver a la tonalidad de sol mayor para dar paso a la reexposición.

 En esta última sección, como es habitual, ambos temas se presentan en la tonalidad de la tónica, sol mayor.






























martes, 1 de diciembre de 2015

FORMA SONATA





*Es la base de una sinfonía*
Formas instrumentales II:
La forma sonata La forma sonata es la estructura básica de todas las formas instrumentales del clasicismo: Es una composición en tres o cuatro movimientos:
 1º allegro
2º andante o adagio
3º minuetto o allegro o rondó
4ºallegro o vivace o presto o rondó.

El primer movimiento es, a su vez, llamado forma sonata, y tiene una estructura ternaria: Exposición-desarrollo-Reexposición A B A



La sonata es una forma compuesta de dos partes (bipartita), fácilmente diferenciables puesto que generalmente se repite la primera y en ocasiones la última también lo hace. Al comienzo de la primera parte, llamada Exposición, (a veces precedida de una introducción lenta) el compositor presenta las ideas principales, esto es por tanto aquellos temas que marcan el carácter general y el tempo de la obra.
Ejemplos famosos que podemos recordar son el primer movimiento de la sinfonía Júpiter de Mozart o de su sinfonía nº40, cuyo tema ha servido también de tono de llamada en muchos teléfonos móviles.
Después de presentar este tema principal que concluye, se presenta el segundo tema, que contrasta con el primero ya que por lo general suele tener un carácter más lírico y tranquilo. Tras presentar el segundo tema, una pequeña parte de transición conduce de nuevo al primer tema y a la cadencia (fragmento con finalidad de crear tensión para concluir) con la que finaliza la Exposición que como hemos dicho se repite por lo general.
La segunda parte, llamada Desarrollo, comienza normalmente con el primer tema tocado en el tono de la dominante. Pero esta vez, el compositor va a explotar las posibilidades de los temas de la Exposición , los va a fragmentar y reelaborar creando combinaciones y secuencias nuevas y por lo general la tensión de la obra va a aumentar considerablemente hasta alcanzar un punto de máxima tensión buscando una resolución o clímax final.
Tras alcanzar ese punto, se prepara el regreso de los temas de la exposición en su forma original: recapitulación. En las obras de mayor extensión, después de presentar los temas de la exposición al final del Desarrollo, se suele incluir una parte llamada coda, que es una parte más o menos libre donde el compositor redondea el final de la obra.
Ahora invito al lector a escuchar los ejemplos que se añaden en la guía de audición para intentar reconocer esas partes, (a veces es necesario escuchar varias veces un movimiento) con lo que se disfrutara mucho más de las obras.
Pese a que la descripción anterior suele ajustarse por lo general a las prácticas de grandes sinfonistas como Haydn, Mozart o Beethoven, cada uno de ellos desarrolló la forma sonata según sus propias convicciones y la definición, sirvió más para la producción de nuevas obras que para entender en profundidad las obras de dichos compositores.


 En resumen, el periodo clásico se va a distinguir con respecto a los demás, por ser una música objetiva (música es música como decía Mozart), contenida en las emociones, refinada, elegante, cortesana, a veces algo superficial pero en absoluto pobre. Y ser la música más fácil de escuchar, entender y seguir por parte de los oyentes.




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lunes, 23 de noviembre de 2015

LA HEROICA

Ludwig van Beethoven (Bonn, 1770 – Viena, 1827) alumbró en los primeros años del siglo XIX una obra revolucionaria. Estrenada en un concierto privado a finales de 1804, su Tercera sinfonía abrió las puertas del romanticismo de forma estruendosa. El genio del tormentoso compositor construyó una obra maestra en uno de sus momentos más difíciles, con incipientes problemas de audición, pensamientos suicidas y alejado de la fastuosidad de Viena. Una sinfonía que trascendería lo musical por un nombre escrito en su primera página: Bonaparte.


Aquello dio lugar a uno de los mitos más interesantes del siglo; la admiración de Beethoven hacia Napoleón cuando este aún era Primer Cónsul, la dedicatoria de su revolucionaria composición y el desencanto sufrido cuando se hizo coronar Emperador. Un histórico testimonio nos llega a través de Ferndinand Ries, alumno de Beethoven:
“En aquel momento, Beethoven sentía la más alta estima hacia Napoleón y lo comparaba con los grandes cónsules de la antigua Roma. (…) Yo fui el primero en darle las noticias de que Bonaparte se había declarado Emperador, tras lo cual estalló en cólera y exclamó: “¡Así que no es más que un común mortal! Ahora también pisoteará los derechos del hombre y se abandonará únicamente a su ambición. ¡Se ensalzará a si mismo sobre los demás convirtiéndose en un tirano!” Beethoven fue a la mesa, arrancó la portada, la partió por la mitad y la lanzó al suelo”.

Una reacción impulsiva de aquel que ve sus ideales traicionados. Es curiosamente significativo que el compositor tenía en su escritorio un pequeño busto de Bruto, el asesino de Julio César, el más famoso cónsul convertido en dictador. Pero la historia de la Tercera sinfonía tiene ingredientes sobradamente interesantes que complementan el relato de Ries. Todo comienza en el año 1802, en el que Beethoven, aconsejado por su médico, se retiró a descansar a la villa campestre de Heiligenstadt, en la que escribió su famoso y sufrido testamento, dirigido a sus hermanos, traumatizado por los problemas de sordera que comenzaba a padecer. No se descubrió hasta después de su muerte.





Pero también fue allí donde Beethoven anotó los primeros esbozos de su Tercera sinfonía, ligándola para siempre a uno de sus momentos más tormentosos de su vida. Fue sin embargo un año después, en otro retiro estival, esta vez en Döbling, cuando el compositor alumbró definitivamente su gran obra, presentada en un concierto privado en el palacio del Príncipe Lobkowitz, mecenas de Beethoven, en el mes de diciembre de 1804.
 ‘La Coronación de Napoleón’, de Jacques-Louis DavidPocos antes, desveló en una carta que el nombre de la sinfonía sería ‘Bonaparte’. Pese a cultivar un aura de nobleza desde que se trasladó a Viena en el 1792 y relacionarse con las figuras más relevantes de la aristocracia austriaca, no ocultó sus simpatías republicanas y admiraba a Napoleón, no por sus victorias militares, sino por haber “puesto orden político en el caos de una sangrienta revolución”, según narra Antonio Schindler en la biografía que escribió sobre su amigo Beethoven.

En ella, además, relata que el embajador francés en Viena, Jean-Baptiste Bernadotte, futuro rey de Suecia, fue el que sugirió a Beethoven que podía honrar al futuro emperador con una gran composición. Sin embargo, las fechas hacen dudar de la veracidad de este pasaje, ya que Bernadotte tuvo que dejar Viena por los disturbios provocados cuando izó en la embajada la bandera tricolor revolucionaria en el 1798. Por aquel entonces Beethoven ni siquiera había creado su Primera sinfonía.
Más interesante incluso resulta el hecho de que rechazase alterado la propuesta del músico Franz Anton Hoffmeister de escribir una sonata en honor de Napoléon y de la revolución. “¿Es que todos ustedes, caballeros, han caído presas del demonio para sugerir que componga una sonata semejante?”, gritó Beethoven. Un año después le dedicó su gran sinfonía.
Planes en París ¿Y si la razón para honrar al Primer Cónsul francés hubiese sido simplemente pragmática? Los musicólogos Maynard Solomon y William Kinderman proponen que detrás de todo se encontraban los planes del compositor por mudarse a París. Bautizar como ‘Bonaparte’ a su obra, sin duda alguna abriría todas las puertas de la capital francesa. Pero el viaje no llegó a materializarse, así que la idea de permanecer en Viena, capital del Imperio Austro-Húngaro, con una sinfonía dedicada a Napoleón parecía bastante mala. Beethoven desechó entonces su peligrosa ocurrencia. Dedicó su obra al Príncipe Lobkowitz y tacharía definitivamente del título la palabra ‘Bonaparte’ para sustituirlo después por ‘Heroica’.
Lo que parece innegable es que el nombre de Bonaparte figuró y fue borrado de la primera página de la obra. Varios son los factores que dibujan la historia, como el temperamento de Beethoven, su sordera, el testamento de Heiligenstadt, las posibles visitas a la embajada francesa, sus planes de viajar a París, su admiración hacia el primer cónsul, el simbólico relato de Ries o la enemistad entre Austria y Francia.

El estreno

 Retrato de Ludwig van Beethoven en 1804Después de cuatro meses de conciertos privados y algunos retoques, la Tercera sinfonía se estrenó al público en el Teatro an Der Wien el 7 de abril de 1805. No dejó indiferente a nadie. La ‘Heroica’ no solamente era mucho más extensa que cualquier otra sinfonía creada hasta el momento, sino que rompía con el formalismo y el equilibrio del clasicismo. Era profundamente innovadora y poderosa. Era música romántica. Un primer movimiento de casi veinte minutos de duración que comenzaba con dos sólidos acordes anunciando uno de los temas. Una emotiva marcha fúnebre, composición de posible inspiración francesa y que pudo haber sustituido a una marcha triunfal que se convertiría años más tarde en el último movimiento de la Quinta sinfonía. Un Scherzo jovial en el tercer movimiento y un enérgico ‘finale’.
El periódico ‘The Allgemeine Musikalische Zeitung’ reseñó el concierto de la siguiente manera: “El nuevo trabajo de Beethoven tiene grandes y atrevidas ideas, y como podemos esperar del genio del compositor, está poderosamente llevado a cabo. Pero la sinfonía ganaría inmensamente si Beethoven hubiese decidido acortarla e introducir en ella más claridad y unidad”.
Tuvo que pasar otro año más para que titulase su obra ‘Sinfonía Heroica, compuesta para festejar el recuerdo de un gran hombre’, como finalmente ha pasado a la historia. Ese héroe había sido Napoleón y no dejó de interesar a Beethoven. En 1820, el compositor confesó que con el paso del tiempo había “llegado a un acuerdo con él” y al año siguiente, enterándose de su muerte en Santa Elena y aludiendo al segundo movimiento, la marcha fúnebre, comentó: “Yo ya escribí la música para este trágico momento”.
Y pese a todo, el héroe y protagonista de la Tercera sinfonía no es Napoleón, sino el propio Ludwig van Beethoven.
MovimientosComo es usual en toda sinfonía clásica, tiene 4 movimientos:

Allegro con brio

Marcia funebre (Adagio assai)

Scherzo (Allegro)


Finale (Allegro molto–Poco andante–Presto)

Allegro con brioCompás de 3/4 Mi bemol mayor Su primer movimiento comienza con dos acordes de toda la orquesta que sin más dilación llevan al amplio primer tema, tocado por los cellos, continuado en el primer violín(véase imagen).
Beethoven se anticipa en este movimiento a lo que luegoBruckner haría habitualmente: a los dos tradicionales temas expuestos añade un tercero.

Marcia funebre (Adagio assai) Compás de 2/4 Do menorViene luego una célebre marcha fúnebre en Do menor, tonalidad enormemente significativa en la música de Beethoven (la misma que la de laQuinta Sinfonía o de la obertura Coriolano)


Scherzo (Allegro)Compás de 3/4 Mi bemol mayorLuego viene un agitado Scherzo cuyo trío incluye toques de trompa que luego se harían casi típicos en las sinfoníasrománticas alemanas. Haciendo honor al scherzo, es el más altivo de los movimientos y también el más conocido, destacando que es además como una obra insignia del compositor.


Finale (Allegro molto–Poco andante–Presto)Compás de 2/4 Mi bemol mayorPara terminar, sigue un Finale en el que se funden la forma sonata y las variaciones tomando como base un tema que Beethoven utilizó en diversas ocasiones (en su ballet Las criaturas de Prometeo, en una de las contradanzas WoO 14 y como tema para las variaciones para piano Op. 35 que por esa razón se conocen como Variaciones Heroica).

FUENTES  DONDE CONTRARAN MAS INFORMACIÓN MUY BUENA. 
http://loquelasnotasesconden.blogspot.mx/2012/09/la-revolucion-de-la-sinfonia-la-eroica.html
https://www.youtube.com/watch?time_continue=4024&v=M3PzPKD5ACA
https://www.youtube.com/watch?v=N8jP3o22HGw