El principio general es la variación de algún rasgo del tema
armonizado, que conservando su identidad en grado suficiente preserva una
relación con la melodía original, incluido el número de compases.
Hasta la
época de Beethoven también se mantenía la misma clave o su escala mayor o menor
paralela.
Son varias las maneras en que un compositor
puede variar un tema:
Adornando la melodía del tema mediante el
agregado de notas o el cambio de sus rasgos rítmicos, manteniendo, sin embargo,
bastante del contorno como para conservar la identidad con el original.
Cuando
varía la melodía, la armonía suele conservarse fundamentalmente intacta, no hay
regla que lo establezca. Un ejemplo de esto es el primer movimiento de la
famosa sonata en La Mayor, K. 331, de W. A. Mozart: Andante Grazioso –
Tema con 6 variaciones
No hay comentarios:
Publicar un comentario